Campiña cubana. Miranda, una hermosa adolescente vive junto a su madre Dolores, mujer cuarentona, viuda y aún atractiva, en un apartado rincón de la sierra. Allí, son ayudadas por Inocencio, fornido leñador, hombre de mediana edad, hermano de Lucio, el marido muerto de Dolores, y vecino más cercano. En la soledad de la noche, al acecho del Cagüeiro y de los recuerdos perturbadores de su malvada abuela, Miranda y su madre, se debaten entre la pasión y el deseo por el bueno de Inocencio.