Aleksandr Ilyín, que trabaja de camionero en Vorkutá, está de vacaciones en Moscú, ciudad donde había vivido antes de la guerra. Ahora, estando de visita en casa de una amiga, se da cuenta de que su antigua casa de alquiler se encuentra enfrente. Decide ir a visitar a Tamara Vasílievna, la mujer que antaño le había alquilado una habitación en un piso comunitario y a quien no ha visto desde hace dieciocho años. Tamara lleva una vida dedicada a sus actividades profesionales en una fábrica y a la educación de su sobrino Slava, hijo de su hermana fallecida durante la guerra.